A menudo cuando encaramos un proyecto personal o de terceros para la web, siempre nos gusta soñar con el éxito, y para quienes son muy optimistas, el trabajo que nos catapulte hasta la fama del mundo digital. Lo cierto es que más allá de los sueños, es bueno tener una dosis de realidad y comprensión del comportamiento humano antes de dibujar una sola línea o escribir una línea de código.
El ser humano es producto del medio donde se desenvuelve, y por sobre todas las cosas es un animal de costumbres, al que los cambios le atraen siempre y cuando no sean coyunturales. La tranquilidad de acceder a un producto o a un servicio y saber exactamente qué es lo que produce es uno de los impulsores más importantes. Un ejemplo muy triste reside en las drogas legales como el tabaco o el alcohol, cuyos efectos son conocidos aun antes de encender un cigarrillo o descorchar una botella. Más allá de los efectos nocivos que nos dejan en el organismo, generan millones de dólares en ganancias porque el usuario consigue exactamente lo que se le promete que tendrá: placer.
[ad]Luego de esta introducción, planteémonos un ejercicio simple de proyección sobre nuestra futura web: que ofrecer es la clave del éxito, pero sobre todas las cosas, mantener la promesa es la única razón por la que se definirá nuestra capacidad de permanecer vigentes. Si empezamos un blog con contenidos de mucha calidad, aspecto visual pulido y profesional y noticias de relevancia, nos daremos cuenta que cuando los cambios surjan, ya sea por falta de presupuesto o interés, las visitas caerán matemáticamente.
¿Cuánta gente crees que visitaría Google si de repente ellos quitaran el buscador? Si bien es cierto que Google ofrece muchos más servicios, como el correo electrónico, la navegación de mapas y la publicación de documentos, quitar el buscador sería un cambio tan dramático que pocos usuarios se quedarían por los demás alicientes.
¿Que podemos sacar en limpio de todo esto? No comencemos un proyecto ofertando soluciones y recursos que después no podremos mantener. Es mejor añadirlos progresivamente y ver cómo responde nuestra comunidad a esos cambios. Dejar que ellos decidan es la mejor opción para el posicionamiento a largo plazo, además de darle a entender al usuario que nuestra web es un lugar donde se escuchan sus peticiones y no imponen falsas promesas para que nos visite.
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